martes, 8 de enero de 2013

Los centros TAN

En la segunda parte del vídeo de la ponencia de Jose María Toro me ha gustado su propuesta por la suplantación de los centros TIc por los centros TAN (pasaje 0:18- 2:50)



Educar con Co-Razón

Jose María Toro en este vídeo expone su Educar con Co-razón. Destaco el pasaje (desde 7:30 a 11:25) sobre la información, los cursos on-line y la educación 2.0



"La informática nunca va a poder llevarnos al corazón porque la informática no tiene alma, (...) somos nosotros los que tenemos que dotar de alma a la tecnología" Jose María Toro


Ludistas alcoyanos

Hambrientos y armados. Desfilaban protegidos por los tímidos rayos de sol del alba. 12000 obreros enardecidos por el odio hacia un enemigo de mecánicos brazos de hierro y que emitía un sordo latido metálico. Era un 2 de marzo del no tan lejano 1821. La crisis del sector textil en Alcoy había desatado la primera revuelta ludista (o luddita) en España. Los trabajadores, ante la pérdida de sus puestos de trabajo y por consiguiente de su sustento, destrozaron 17 máquinas de cardar e hilar que les habían relegado a una situación de indignación y desprotección absoluta. Pudieran aparecer situaciones similares en los titulares de este recién estrenado 2013 pero en este caso se trata de un movimiento social que surgió en la Nottingham de Robin Hood. En el año 1812 una manifestación descontrolada acabó con la quema de sesenta máquinas de coser medias. Así nació el movimiento obrero basado en el odio hacia las máquinas que destruían puestos de trabajo y pasó a la historia con la denominación de ludismo por el nombre del líder ficticio Ned Ludd.


La ilustración ha sido cogida de Wikipedia


Para saber más sobre la huelga revolucionaria de Alcoy recomiendo: "Las cortes de Cádiz. Su proyección social" de Jose Antonio Yvorra Limorte que se puede encontrar en la red. 

Mentiras no tan piadosas

El libro "Riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información" (2001) que aparecía en la anterior entrada de mi blog, escrito por el profesor de Política Educacional de la Universidad de Illinois,  Nicholas C. Burbules, y por Thomas A. Callister, jefe del departamento de educación del Whitman College en Washington inspira un provocador artículo escrito por Alejandro Piscitelli.

El artículo se titula "Tecnologías educativas. Una letanía sin ton ni son". Da cuenta de algunos inconvenientes del uso de las nuevas tecnologías en el aula que hemos ido detectando a lo largo de las entradas de este blog.
En este caso nos ocuparemos de la credibilidad de la información.

"El 99% de lo que circula hoy en el mundo como información son datos cocinados, fabricados o alterados a fin de adaptarlos a conclusiones preexistentes.

Esto sucede en la prensa diaria (comparar titulares es una aburrida pero necesaria confirmación de la cocina de la información urbi et orbe), pero también en la citadela científica que oscila entre inventar (o falsear resultados) para conseguir fondos, en formular hipótesis que cuando sean constatadas agradarán a financistas y fundamentalmente en una avidez muy fuerte de los investigadores[4] para evitar -y esto vale tanto para el neoliberalismo como para lo que queda de la izquierda exótica- confundir las conclusiones de las que parten con las preguntas que deberían ser capaces de desestimarlas -y no a la inversa como sucede casi siempre. 


No nos vengan a correr con que profesamos un relativismo a la Feyerabend. No decimos que toda información es falsa o inútil, insistimos, eso si, que nunca es un dato o un dato respecto de los hechos mas obvios[5]."

Incluso cuando rebuscamos entre las publicaciones científicas podemos encontrar datos falseados que si bien es verdad que dotarán de mayor crédito a nuestras opiniones no son otra cosa que información puesta al servicio de intereses particulares. 

Recuerdo que cuando estudiábamos Econometría en la Universidad, (La econometría consiste en generar modelos económicos a través de la estadística), nuestro profesor nos recordaba que podíamos demostrar en la práctica lo que quisiéramos. Añadiendo variables o alterando el nivel de significación se pueden obtener modelos que demuestren las hipótesis que hemos elaborado. 


Para cualquier pensamiento existe alguna viñeta de Forges. También es útil la frase del escritor Mark Twain:
"Existen tres clases de mentiras: la mentira, la maldita mentira y las estadísticas"

Incidencias y Dependencias


Buceando por la red he encontrado una recensión del doctorando Eduardo García sobre el libro "RIESGOS Y PROMESAS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN" de N. Burbules y T. Callister (2001).

En la recensión E.García habla sobre las incidencias de las relaciones que se establecen entre el alumnado y las nuevas tecnologías destacando las siguientes:

"Estas incidencias se analizan desde diferentes aspectos centrales de la relación sujeto -TICs y tienen que ver con: las interrogantes sobre el acceso y la credibilidad, el lugar del conocimiento, la criticidad como estructura de análisis racional de la oferta, la clasificación de la información y sus connotaciones o valoraciones inmediatas, las proyecciones a un espacio-tiempo indeterminado de nuevas fronteras de control, de indiscreción, de penetración en lo cotidiano, de asunción de nuevas formas de relacionamiento social, comercial, cultural y educativo."

Además se resaltan frases muy oportunas profundizando sobre la cuestión del acceso digital. ¿Tener en casa un equipo informático y conexión a la red significa tener acceso? Puede parecer que la respuesta es un sí evidente y obvio pero el tema no es tan sencillo. ¿Estamos enseñando las oportunidades de la red?¿Está el profesorado preparado para ello? Como aparace en el libro citado: “Si un usuario no logra participar eficazmente en todas las oportunidades que ofrece la internet no se puede decir que tenga “acceso” a la Red, aún cuando posea un ordenador y esté conectado...”. Además del acceso se pone en tela de juicio la capacidad de discernir y clasificar la información: “los usuarios que no consiguen que se preste atención a sus ideas y opiniones, o distinguir lo útil de lo inútil carecen de “credibilidad” y de los medios para evaluar la credibilidad de lo que encuentran”. 

Para concluir esta entrada me parece útil cerrar con una frase del libro destacada por E.García. El uso extendido de determinadas tecnologías nos lleva a la dependencia. 

"Los procesos de naturalización de las cosas (objetos) colocan al sujeto, muchas veces, sin poder racionalizarlo, como dependientes de las mismas."